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CULTIVO DEL PLÁTANO

TAXONOMIA Y MORFOLOGÍA
El plátano es una planta monocotiledonia y pertenece al orden Escitaminales, a la familia de las Musáceas y a la subfamilia Musoideae.  Esta subfamilia tiene dos géneros: el Ensete al cual pertenecen numerosas plantas ornamentales y el Musa.
El genero Musa contiene entre 30 y 40 especies, todas diploides (2n=14, 18, 20, 22), siendo estas nativas del sudoeste asiático, desde India y Tailandia hasta Nueva Guinea y Australia. Solo dos especies tienen actualmente importancia comercial, Musa acuminata y Musa balbisiana. Dentro de este genero esta también Musa textilis. que tiene importancia para algunos países en la producción de cordelería (abacá).
Los proceso de selección del hombre han llevado a la obtención de de plántas partenocárpicas los cuales producen frutos sin semillas

SELECCIÓN DEL TERRENO

Es uno de los factores de mayor importancia al establecer el cultivo, ya que guarda gran relación con la vida útil y calidad de la plantación, con la posibilidad de mecanización de ciertas labores, facilidad de cosecha y manejo de problemas fitosanitarios. Debe estar cerca a fuentes de agua, con vías de acceso y tener buenos drenajes o posibilidad de realizarlos.
Los suelos sueltos y profundos con contenidos medios a altos de materia orgánica, son los mas adecuados para establecer el cultivo,  pues permiten la retención de humedad, no se  encharcan con facilidad  y facilitan las condiciones para un buen desarrollo de las raices. Para la producción comercial de plátano no es recomendable sembrar en suelos  pendientes  o erodables, ya que se dificulta el manejo del cultivo aumentando los costos de producción.

ADECUACIÓN DEL TERRENO

La preparación del suelo es una labor fundamental y de ella depende en gran parte el éxito del futuro cultivo, ya que se le da a la semilla y posteriormente a las raíces las condiciones necesarias para que tengan un buen desarrollo.
Esta labor tiene muchas variantes dependiendo del tamaño de la explotación, de las características del productor, del cultivo que precedió al nuevo cultivo del PLÁTANO y en casos especiales depende también de las malezas presentes (cómo el caso de la presencia de coquito en donde se debe hacer una preparación
temprana para exponer los tubérculos al sol) ; sólo en el caso de potreros se justifica el empleo de maquinaria agrícola.Es importante tener en cuenta para estas labores las  propiedades físicas del suelo como textura, estructura y la topografía del terreno. La preparación del terreno debe involucrar el mínimo de labores para evitar disturbar el suelo y no predisponer las plantas al volcamiento, se debe realizar controlando mecánica y/o químicamente las malezas dependiendo del estado de éstas.

DRENAJES
Los drenajes se deben realizar en regiones húmedas, donde la precipitación anual es alta y los suelos son planos o ligeramente ondulados. Su objetivo es la evacuación del exceso de agua que se encuentre bien sea en la superficie del suelo o a mayor profundidad, propiciando así buenas condiciones de aireación en la zona radicular.

TIPOS DE DRENAJES
CANALES PRIMARIOS: tienen como función recoger y evacuar rápidamente las aguas provenientes de los canales secundarios y terciarios. Para su construcción o adecuación se puede aprovechar la mayor depresión del terreno, ríos, caños y quebradas.
CANALES SECUNDARIOS: constituyen la base del sistema de drenajes. Su profundidad y frecuencia están determinados por la topografía y el nivel freático de los suelos.
CANALES TERCIARIOS: depositan sus aguas en los canales secundarios. Sirven para mantener el nivel freático a una profundidad adecuada para las raíces, evacuan rápidamente las aguas superficiales evitando encharcamientos.
CANALES CUATERNARIOS O SANGRIA: Se construyen en áreas pequeñas donde se producen encharcamientos para evacuar el agua superficial.

SIEMBRA
Una vez preparado el terreno y establecidos los drenajes, se procede a realizar la siembra, la cual está condicionada por factores climáticos, principalmente la precipitación.
Para su realización se deben seguir los siguientes pasos :
Trazado, ahoyada y siembra: El trazado consiste en marcar con estacas, los sitios donde quedarán las semillas. Los sistemas más utilizados son triángulo y cuadro.
Después de marcados los sitios, se procede a la apertura y preparación de los huecos, cuyo tamaño dependerá del tamaño de la semilla. Se recomiendan huecos de 30x30x30 a 40x40x40 cm. Es conveniente agregar 2 -3 kg. de abono orgánico al fondo del hoyo junto con el suelo correspondiente a la capa más superficial, para propiciar un mejor desarrollo de las raíces; luego se procede a la colocación del cormo o ñame en el hueco, para luego taparlo con el resto de suelo que se sacó de allí. El suelo de relleno se debe apisonar para evitar que queden cámaras de aire que faciliten pudriciones de las raíces por encharcamiento.

DENSIDAD DE SIEMBRA:
La densidad de siembra en musáceas influye sobre el rendimiento, producción y vida útil de las plantaciones. La distancia a la que se siembre una planta de otra depende de la fertilidad del suelo y del mercado final en cada localidad.

SEMILLA
La semilla debe provenir de plantaciones sanas, libre de plagas como picudos, gusano tornillo, nemátodos y enfermedades como moko, bacteriosis y virus. El cultivo se puede establecer mediante cormos ó semilla tradicional, cormos de plantas paridas o cabeza de toro, plántulas de semillero o rebrotes y por medio de meristemos

MANEJO DE ARVENSES
Las malezas compiten con el cultivo por agua, luz y nutrientes, además muchas son hospederas de enfermedades e insectos plagas. El manejo de las malezas se debe realizar mediante la integración de métodos culturales, mecánicos y químicos. Su efectividad dependerá de la oportunidad y eficiencia con que se realicen.

· Control cultural: Consiste en proporcionar a la planta todas las ventajas para que se desarrolle rápida y uniformemente. Involucra aspectos como obtención de semilla de buena calidad, fertilización, distancias de siembra y el uso de Coberturas.
· Control manual: Consiste en la utilización de herramientas como el machete y la rula para eliminar las malezas. Es el más recomendado durante el establecimiento del cultivo ya que permite un control de malezas selectivo sin causar perjuicios a las plantas.
· Control químico: Es el más utilizado después de los primeros 4 - 5 meses del cultivo. Consiste en el uso de herbicidas que inhiben, retardan el crecimiento o eliminan las malezas presentes. El uso de uno u otro herbicida dependerá del tipo o complejo de malezas existente, el tipo de suelo, factores económicos y condiciones climáticas.

DESHOJES
Tiene como objetivo la eliminación de hojas dobladas, maduras e infectadas por sigatoka. Se tienen entonces dos tipos de deshoje: el de sanidad, que remueve hojas no funcionales bien sea por culminación de su ciclo, daños mecánicos o por enfermedad (S. negra) y el de protección del racimo, que consiste en eliminar las hojas o partes de ella que pegan al racimo produciéndole cicatrización.

DESHIJES

Es tal vez la práctica de mayor importancia en la plantación, ya que de ella dependerá la producción futura. Consiste en seleccionar aquellos colinos que por vigor y/o posición conformarán la unidad productiva, eliminando todos aquellos brotes que puedan competir por agua, luz y nutrientes; su tamaño dependerá de condiciones climáticas y del mercadeo.
El primer desmache o deshije se realiza aproximadamente a los 6 - 7 meses de edad de la plantación, y de allí en adelante se deben realizar rondas para eliminar brotes y rebrotes que van emergiendo al rededor de la unidad productiva, cada 7-8 semanas como máximo

FERTILIZACIÓN

Antes de iniciar un programa de fertilización, se debe realizar un análisis de suelo para determinar claramente los nutrientes requeridos. Para condiciones de alta precipitación que conllevan a pérdida rápida de nutrientes, se debe aportar gran cantidad de materia orgánica para contribuir al mejoramiento del suelo.
La aplicación de cualquier nutriente se debe realizar en forma de corona y fraccionada para hacerlo más aprovechable por la planta.

ENFERMEDADES

SIGATOKA NEGRA (Mycosphaerella fijiensis): Los efectos de la enfermedad sobre la planta son: Pérdida parcial o total del follaje, reducción de vigor, pérdida de peso de los racimos y maduración precoz de los mismos.  La enfermedad evoluciona en la planta a través de la siguiente secuencia: pequeñas manchas de color blancoamarillo a rojizo, que sólo son visibles por el envés de la hoja, las cuales aumentan de tamaño, formando rayas de color marrón, que continúan alargandose hasta coalescer formando manchas oscuras redondeadas o elípticas en el envés y negras en el haz que empiezan a secarse, originando una depresión en el centro de la mancha rodeadas generalmente de un halo amarillo. La lesión se rodea de un borde oscuro y de tejido clorótico, que va avanzando hasta cubrir toda la hoja. La enfermedad se puede manejar así :
· Control cultural: Comprende todas aquellas prácticas que eviten o disminuyan la alta humedad relativa y la alta temperatura en la plantación. Dentro de éstas se tiene: construcción de drenajes adecuados, deshijes y deshojes continuos y control de malezas.
· Control genético: Dada la condición de alta esterilidad de las especies comestibles de musa, los programas de mejoramiento convencional no son muy aplicables; se debe pensar en crear híbridos resistentes a la sigatoka, mediante técnicas nuevas asociadas a cultivos in vitro. En la actualidad en el país se trabaja en la identificación y aislamiento de genes de resistencia a Sigatoka negra para ser incrustados luego en plantas de banano y plátano comestibles. La FHIA ha desarrollado dos híbridos de gran producción y alta resistencia a sigatoka negra, como son el FHIA 21 y el FHIA 20; ambos se encuentran en el C.I. Tulenapa.
· Control Químico: Su objetivo es detener la producción de cuerpos fructíferos aún cuando haya ocurrido la infección. Sin embargo cada día aumentan los riesgos de generación de resistencia por el uso continuado de algunos fungicidas, la agresividad de M. fijiensis y por el medio ambiente favorable a la enfermedad. Los fungicidas más utilizados en la región para el control de la sigatoka negra se muestran en la Tabla 2

TABLA 2. Fungicidas más utilizados en la región de Urabá, para el

Control de la Sigatoka Negra.

PRODUCTO INGREDIENTE ACTIVO DOSIS FRECUENCIA DE APLICACIÓN

BRAVO 720 Clorotalonil 1 - 1.5 litros/ha. Cada 20 días
DITHANE Mancozeb 3.0 litros/ha. Cada 20 días
TILT Propiconazol 0.4 litros/ha. Mensual
CALIXIN Tridemorf 0.4 litros/ha. Mensual


MOKO (Ralstonia solanacearum)

Es el problema bacterial más importante en Colombia, debido a los altos costos del control y a la reducción en el área productiva. El moko afecta plantas en todos los estados de desarrollo y los síntomas externos de la enfermedad varían de acuerdo al sitio y estado de infección (Jeger et al, 1995).
Cuando la infección ocurre vía raíces o rizoma, se evidencian síntomas tempranos en plantas maduras, consistentes en amarillamiento progresivo y flacidez de las hojas más viejas. No obstante, el desarrollo de síntomas va a depender de la edad o tamaño de los colinos y/o plantas afectadas. En colinos pequeños, además del amarillamiento y flacidez de las hojas, iniciando en la hoja bandera y hacia afuera, ocurre la muerte de los mismos; las plantas adultas infectadas no mueren, pero se afecta el tamaño y calidad del racimo (Belalcázar, 1991; Jeger et al, 1995, citados por Páez A., 1996).
Cuando la infección ocurre en las inflorescencias (transmisión por insectos), el primer síntoma aparece en las brácteas de las flores masculinas; estas estructuras se marchitan, ennegrecen, se necrosan y no se levantan y enrollan sobre su cara superior como normalmente ocurre.
Los frutos de racimos infectados, presentan un amarillamiento prematuro, por lo cual a la enfermedad también se le denomina “maduraviche”; bajo infecciones severas y a edad temprana, los frutos se pudren y momifican (Belalcázar, 1991).
Cuando la infección ocurre a través de herramientas en el seudotallo, se ha observado ennegrecimiento de la bellota de dos o cuatro semanas después de la penetración; igualmente algunas hojas se doblan y posteriormente se marchitan (Compendium of tropical fruit disease, 1994).
El manejo del moko se puede hacer mediante la instalación de programas rigurosos de control y cuarentena, erradicación de las plantas de plátano afectadas y aledañas a ésta y de las malezas. Se debe evitar el fraccionamiento de la planta, procediendo a inyectar en el sitio afectado con un solución de Glifosato al 20%, en dosis de 5 a 50 cm3, distribuidos en forma helicoidal, dependiendo del tamaño de la planta. Una vez la planta esté seca, se tratan sus residuos con formaldehído al 46% en dosis de 500 cm3 por sitio, se cubre el área con un plástico por 15 a 30 días; después de este tiempo se remueve el suelo, se deja airear por 15 días y se siembra nuevamente (Belalcázar, 1991).
También mediante la implementación de algunas prácticas culturales que inhiben o eliminan las células bacterianas. La práctica más efectiva es la desinfestación de las herramientas utilizadas en las diferentes labores, los productos más usados son: Formol o formalina del 5 al 10%, Hipoclorito de sodio al 1%, Creolina al 2%. Además de la instalación en la entrada de la plantación una pequeña excavación con sustrato (cisco de arroz, aserrín o gravilla fina) impregnado con formol (Páez, A., 1996)

Bibliografia
Martinez Garnica, A. Manual instruccional 01, El cultivo del plátano en los llanos Orientales. 1998 60 pág.